José Luis Otegui, alias "El Fantasma", deberá afrontar un nuevo juicio a pesar de sus 79 años. Es por falsificación de moneda extranjera. Lo acompañarán en el estrado de acusados, su hijo, su hermano y su sobrino.
Cuatro miembros de una familia, entre ellos “El Fantasma”, acusados de integrar una banda dedicada a falsificar billetes de 100 dólares en la ciudad de Mar del Plata y distribuirlos para su venta en distintos puntos del país deberán enfrentar un juicio oral.
Se trata de dos hombres y sus dos hijos, quienes están imputados del delito de “falsificación de moneda extranjera”, en el marco de una serie de maniobras que los pesquisas creen que llevaron a cabo desde 2018.
El titular del Juzgado Federal 3 marplatense, Santiago Inchausti, a cargo de la investigación, dispuso en las últimas horas que los cuatro vayan a juicio oral por esos hechos.
De acuerdo al requerimiento de elevación, la banda estaba integrada por José Luis Otegui (79), su hijo homónimo (51); y por Miguel Otegui (69) y su propio hijo, que también lleva el mismo nombre que el padre y tiene 42 años.
El magistrado consideró que los elementos reunidos en el marco de la investigación acreditaron que, por lo menos desde enero de 2018 los cuatro acusados se dedicaron a la falsificación de dólares y a la “distribución y venta de los billetes apócrifos”, tanto en Mar del Plata como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y las provincias de Neuquén y Mendoza, “sin descartar nuevos puntos de entrega y venta”.
La causa se inició cinco años atrás en Neuquén, luego de que un hombre imputado de tratar de vender billetes de 100 dólares falsos declarara que el fabricante habría sido un hombre apodado “El Viejo”, residente en Mar del Plata.
En marzo de 2020, la Justicia Federal neuquina se declaró incompetente para investigar el origen del dinero falso, y el caso quedó en manos de Inchausti.
De acuerdo a la instrucción realizada por el juzgado marplatense, con intervención del fiscal federal Santiago Eyherabide, el apodo del “El Viejo” correspondía a José Luis Otegui padre.
A partir de una serie de tareas de campo desplegadas por personal de la División Falsificación de Moneda de la Policía Federal Argentina se determinó que la fabricación de la moneda falsa se realizaba en dos inmuebles ubicados en el barrio San Carlos de la localidad balnearia.
El juez dispuso a su vez la intervención de los teléfonos de los acusados, entre octubre y febrero de 2023, y con los elementos de prueba obtenidos, el último 1 de marzo ordenó el allanamiento de esas viviendas y del domicilio del Miguel Otegui hijo, en la capital de la provincia de Mendoza.
En esos procedimientos resultaron detenidos los cuatro acusados de integrar la banda de falsificadores, mientras que no fue hallado un quinto acusado, identificado como Américo Argentino Villalba, alias “Vespucio”, quien permanecía prófugo al momento de elevar a juicio la causa.
“En los registros domiciliarios se obtuvo material y documentación de contundente interés para la causa, de la que se desprende no sólo la participación concreta de los investigados en los hechos denunciados, sino que también surgen claros indicios de que los imputados se dedicarían a su desarrollo de manera organizada y habitual”, señaló el juez al dictar el procesamiento de todos ellos nueve días después de su detención.
Según precisó, en la distribución del roles de la organización, José Luis Otegui padre está acusado de ser el encargado de la confección e impresión de los billetes falsos.
De acuerdo a la causa es “un artesano en la materia, que se ha dedicado a ello durante muchos años”, y había sido procesado por los mismos delitos en otra causa en 1998.
Por su parte, Miguel Otegui padre está acusado de ser quien “se encargaría de la organización y distribución del material apócrifo, y de adquirir los insumos necesarios” para la producción.
En cuanto a los hijos de ambos, José Luis, “se encargaría de distribuir y comercializar” las tandas de billetes -llamadas “equipos”, “productos”, “tarjetas” o “bulones” por los imputados-, “colaborando asimismo con la falsificación, posiblemente en las terminaciones o etapas finales de la impresión”,.
Mientras que Miguel, alias “Gusti”, “sería el nexo entre los compradores del material ilícito en la provincia de Mendoza, donde tiene su domicilio, y los fabricantes en la ciudad de Mar del Plata”.
Al ser indagados tras su detención, todos los imputados se negaron a brindar declaración ante el magistrado.
Durante los allanamientos realizados en el marco de la causa se secuestraron 50 billetes de 100 dólares falsos cortados y listos para ser vendidos, y planchas con cientos de papeles en pleno proceso de impresión, con distintos tipo de avance.
Además, fueron incautadas una prensa con cricket hidráulico, una matriz de cobre de 100 dólares, seda de 200 hilos, mesas de trabajo para serigrafía, máscaras, una lupa, y diferentes elementos usados para la confección e impresión, como estopa, resina poliéster náutica, solvente, percloruro de hierro, barnices, bióxido de titanio, lubricante en aerosol, aditivo de tintas y emulsiones.
Para los pesquisas, la organización confeccionaba billetes falsos por pedido, y una vez finalizados los enviaba por correo o encomienda.